La ciudad de Múnich, capital de Baviera y la tercera mayor de Alemania, ofrece muchos atractivos al visitante. Ciudad de pasado muy rico, su casco antiguo es de gran encanto y conserva un patrimonio de gran valor monumental. Sin embargo, no todos los atractivos de Múnich se encuentran en la parte antigua de la ciudad…
Hay un lugar fuera del centro histórico de la capital bávara que se ha convertido en un atractivo más de la ciudad, a pesar de ser de construcción muy reciente. Y eso es gracias al magnetismo que ejercen los automóviles sobre muchas personas, y especialmente algunas marcas. Éste es el caso de la empresa BMW, que precisamente tiene su sede central en Múnich.
BMW son las siglas de Bayerische Motoren Werke (Fábricas Bávaras de Motores), una empresa con una historia de más de 90 años especializada en automóviles de alta gama, entre los que es el primer fabricante del mundo. Empezó produciendo motores para aviones, pero ante la prohibición impuesta a Alemania tras la I Guerra Mundial, se pasó a las motocicletas (que aún sigue fabricando) y desde 1929 a los coches, que son su principal producto. Además BMW absorbió las británicas Mini y Rolls Royce, que ahora son filiales de la marca bávara.
La sede central de BMW está situada en el edifico Cuatro Cilindros (Vierzylinder), frente al estadio olímpico de los juegos de 1972, del que está separado por una avenida. Este edificio emblemático muniqués, de 101 metros de altura, alberga las oficinas de la empresa. Junto a él se encuentra el Museo BMW, que expone una muestra de vehículos fabricados a lo largo de su historia. Pero el más reciente y sorprendente de los edificios de la firma alemana es el llamado Mundo BMW (BMW Welt), situado justo al lado de los dos anteriores.
El Mundo BMW es un centro expositivo multifuncional abierto al público en general. El edificio, aunque de formas muy extrañas y poco sugerentes al exterior, es muy espacioso y está dotado de una iluminación muy inteligente que hace que el interior quede inundado por la luz natural. Hay diferentes niveles dispuestos en plataformas, con escaleras y rampas que les dan fácil acceso al tiempo que ofrecen una gran amplitud visual.
Y es que de eso se trata, de exponer los modelos de la marca para el futuro cliente. Ésa es la principal función del edificio y la cumple a la perfección. Pero fundamentalmente el Mundo BMW es exactamente lo que su nombre indica: un lugar para que la marca se muestre con orgullo, ya que además del espacio expositivo, cuenta con una tienda de productos oficiales y salas de conferencias para presentaciones ante la prensa u otros actos que sean de interés.

El coche de seguridad (efectivamente, estimado Antonio Lobato y compañía, así se llama realmente y nos importa un huevo cómo lo llamen en Nebrasca o en Dacota del Norte) oficial del campeonato de Moto GP
En cuanto a los coches, que son los verdaderos protagonistas, el visitante puede verlos de cerca, tocarlos y sentirlos, abrir sus puertas y sentarse al volante… en definitiva desearlos e imaginarse como propietario y conductor de alguno de ellos. Los amplios espacios y la gran luminosidad del edificio favorecen a estas máquinas ya de por sí elegantes y sugerentes.
En definitiva, el Mundo BMW de Múnich es un edificio muy atractivo sobre todo por su funcionalidad y efectividad para la marca y por su poder de seducción para el visitante, que, no lo olvidemos, es siempre un potencial cliente. Un espacio muy agradable de visitar envuelto en arquitectura futurista y un deleite para la vista de los amantes de los automóviles.
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Texto y foto © LAGARTO ROJO
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