Granada de Nicaragua es la ciudad más antigua de la América continental que aún se conserva en el lugar de su fundación. Su fundador fue Francisco Hernández de Córdoba, el auténtico padre de Nicaragua, que la erigió en 1554 en las faldas del volcán Mombacho y a orillas del lago Cocibolca (también llamado lago de Nicaragua). El orgullo de sus habitantes por su preciosa ciudad, clave en la Historia del país, les hace decir, no sin arrogancia, que Nicaragua es Granada, lo demás es monte. Incluso les hace compararla, ahora ya exagerando, con su homónima española al apodarla la Gran Sultana. A continuación vamos a ver el porqué.
Granada fue la ciudad más importante de lo que hoy es Nicaragua en el período español, si bien rivalizando con León, a la que ya dedicamos dos artículos. Esta ciudad, en todo caso, siempre ha sido más próspera que el resto del país, y esa diferencia se aprecia también hoy en día a simple vista. El centro de la ciudad es tranquilo y muy agradable, está limpio, bien cuidado, sus edificios históricos están restaurados y dirigidos al turismo. Eso sí, un turismo educado y responsable. Granada, como veremos, tiene playa (en el lago) y grandes posibilidades de ocio en la naturaleza, pero aquí no hay turismo de masas.
La vida transcurre tranquila, a ritmo tropical, en torno al Parque Colón (popularmente Parque Central), que no es un parque, sino una plaza, aunque ciertamente llena de exuberante vegetación. Hay una fuente, un monumento y varios puestos donde podemos comer y refrescarnos con los deliciosos zumos tropicales o con los helados de algún vendedor ambulante. Estos locales son muy agradables y hasta en ellos se aprecia el cuidado que se tiene en Granada por el entorno urbano: no hay más que ver las mesas y las sillas hechas de madera y pintadas con alegres colores.
En torno a esta plaza encontraremos la mayoría de los edificios elegantes de Granada. En el lado oriental se alza la catedral, erigida tras la destrucción por parte de los gringos de la anterior, de la época española. La que vemos hoy es una bonita aunque intrascendente iglesia neoclásica terminada en 1910. La corona una gran cúpula que es visible desde numerosos lugares de la ciudad. Su interior es muy amplio pero un tanto frío y carece de obras reseñables por su calidad. Eso sí, encontramos una representación del triple dios cristiano que es para no perderse detalle: los dos barbudos sentados literalmente sobre las nubes, uno de ellos con el triángulo sobre la cabeza, y detrás su mascota la paloma echando rayos por el esfínter. Imperdible…
Junto a la catedral, varios elegantes edificios neoclásicos todos blancos propiedad del episcopado completan el lado oriental. Más allá hay un edificio con una bonita portada barroca, la Casa de los Tres Mundos (también llamada Casa de los Leones), de entrada libre y usada para diferentes exposiciones. Delante de ella encontramos un cañón y una placa que indica que la plaza ha sido restaurada con fondos donados por España. En el lado norte suele haber un pequeño mercadillo de artesanías muy baratas. Absolutamente recomendable.
El lado oeste de la plaza presenta varios edificios magníficos de aire evidentemente español, como el Hotel Alhambra (otro guiño a la ciudad andaluza) o la amarilla Casa Pellas, que perteneció a los propietarios del delicioso ron Flor de Caña (actualmente es un banco). En este lado encontramos también la parada de los carruajes que realizan paseos turísticos por la ciudad. Un toque elegante que en Nicaragua sólo tiene Granada. Sigamos ahora por el lado sur.
En el lado sur está el Ayuntamiento de la ciudad, de sencilla pero bonita fachada de la época española. En lo alto, el escudo de la ciudad surmontado con corona real. Este edificio es uno de los poquísimos en Granada que el Partido Sandinista, que gobierna el país, se ha permitido usurpar con sus símbolos. Debemos recordar que dicho partido se cree el dueño de todo el país y usurpa los espacios públicos y las instituciones del Estado colocando sus propios colores al lado de los nacionales para que el pueblo ignorante los identifique. Sin embargo, esa presión agobiante en Granada es mucho menos visible, lo que hace que se respire un ambiente de más libertad.
Por último, mención aparte merece el Hotel La Gran Francia, que ocupa la esquina sudoriental de la plaza. En realidad son dos edificios, uno a cada lado de la calle. Ambos son de gran valor monumental, aunque no por sus fachadas, sino por lo que encontraremos en su interior. Uno es el hotel propiamente dicho, y es de acceso solamente para sus clientes, pero el de enfrente está abierto al público en general: tiene el restaurante, una sala de billar, un precioso patio interior, una escalera de madera espectacular, varias salas con mobiliario antiguo, y unos balcones donde podemos tomarnos algo bien fresquito con vistas al Parque Colón. Sin duda, una visita imprescindible en Granada.
El Parque Colón es el centro neurálgico de Granada de Nicaragua. En este lugar empezaremos forzosamente nuestros recorridos por la ciudad, pero también pasaremos gran parte de nuestro tiempo libre, paseando y viendo pasar la vida al ritmo centroamericano, es decir, sin ninguna prisa. Y nunca deberemos asombrarnos cuando veamos cualquier cosa, tales como una procesión que se diría sacada de Andalucía, o un precioso coche funerario de caballos. Pero en Granada hay mucho más, aunque eso será objeto de la segunda parte de nuestro recorrido por la Gran Sultana nicaragüense.
RECOMENDADO POR LAGARTO ROJO |
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